Aunque en la fotografía macro hay muchos momentos donde escogerás la libertad de disparar sin trípode, en muchísimos casos vamos a necesitar estabilizar la cámara si o sí. ¡En Macro cualquier vibración mínima pude ser fatal! 🙂 Para conseguir esa estabilización y al mismo tiempo un mayor control del encuadre se necesitan 3 cosas:
- Que la cámara esté en un trípode firme
- Que la rótula del trípode nos permita los movimientos que queremos.
- Que al disparar el sistema se mantenga firme y estable
Trípodes
Un trípode siempre tiene que ser robusto, pero la elección concreta en realidad recae en qué tipo de fotos pretendemos tomar. Queremos fotografiar en el exterior? = trípode macro robusto pero ligero.
¿Queremos hacer una sesión de estudio? = trípode de estudio lo más robusto posible.
¿Vamos de viaje en familia pero no queremos perder la oportunidad de fotografiar las cositas que se nos presenten? = trípode pequeño robusto y ligero.
El trípode macro se puede poner en mil posturas, incluso quitar la columna central para convertirse en monopié. Esta versatilidad te va a brindar la posibilidad de encarar cualquier toma. Respecto al peso, depende del material (fibra, aluminio, etc.), y eso acostumbra ser un incremento en el precio. En otras palabras, normalmente tendrás el mismo trípode en distintos materiales. A material más ligero y robusto, más precio.
Recomendaciones
Rótulas
Cada fotógrafo tiene sus preferencias y se siente más o menos cómodo con un tipo o con otro. En general, la rótula tiene que ser rápida de mover y a la vez que permita un posicionamiento fino. Otra recomendación general es que tengan zapata estilo Arca Swiss o similar, ya que este agarre acopla la cámara de forma robusta, evitando el pequeño “baile” que hacen otras zapatas de liberación rápida con el paso del tiempo. Respecto al tipo de rótula, yo uso estos 3 tipos:
Rótula de bola Son las más ligeras y portables. Algunos modelos funcionan realmente bien, aunque en general son poco usables en cuanto a posicionamiento fino.
Rótula de 3 ejes Vendrían a ser las de toda la vida, permiten posicionar bastante rápido y bien. Son muy usadas en esta disciplina.
Rótula de cremallera No son muy rápidas de mover, pero tienen un posicionamiento muy fino vasado en unas ruedecillas micrométricas. Esta precisión las hace muy recomendables para estudio. Acostumbran a ser caras.
Accesorios acoplables al trípode o rótula
Zapata en Z Este artilugio nos permite hacer movimientos que nos facilitarán hacer fotografías separando la cámara del trípode. Puede ser muy útil en algunas situaciones, donde el propio trípode es un estorbo.
Cabezal de giro panorámico Se trata de una zapata que nos permite hacer un giro panorámico de 360º a la cámara. Es útil para posicionar la cámara sin tener que mover todo el trípode, y añade un movimiento extra a la rótula. Se acopla fácilmente a la rótula mediante una zapata.
Disparadores externos
Con estos elementos separamos el botón de disparo de la cámara y conseguimos no mover la toma por el impacto de nuestro dedo. El disparador no hace falta que sea muy complejo, un cable con un botón, nos vale. Personalmente, los uso en el campo y muchas veces los disparo con la boca para poder coger la cámara con las dos manos en las tomas sin trípode.
A tener en cuenta
Otra técnica para la toma a mano es poner el retardo del disparo de la cámara a 1 o 2 segundos y si es posible, en ráfaga de varios disparos. Se aprieta el botón y nos movemos para tener a foco el elemento. La cámara disparará sin la presión de nuestro dedo, lo que evitará la posible trepidación.
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